El Atlético Liga en España pero se estrella en la Champions
El arranque en Champions resucita los fantasmas de las cuatro últimas temporadas
Desde 2017 el Atlético no consigue ser campeón de grupo ni superar los cuartos de final
Joao Féix apenas tiene crédito ya tras su decepcionante partido ante el Oporto
Caer en la primera fase sería un verdadero cataclismo económico para el club
El Atlético de Madrid llegó a dos finales de Champions en los tres primeros años de la etapa de Diego Simeone en el banquillo, pero ahora lleva cuatro cursos decepcionantes en la mayor competición de clubes del mundo y el quinto no parece comenzar con buenos augurios tras su empate ante el Oporto en el Metropolitano.
El equipo no consigue ser primero de grupo desde la temporada 16-17, en la última ocasión en la que metió la cabeza en semifinales. Las recientes eliminaciones a manos de Roma, Juventus, Leipzig y Chelsea alimentan la leyenda negra europea que parece perseguir al último campeón de la Liga española cada vez que cruza los Pirineos. Por supuesto hay tiempo para enderezar la situación, pero las perspectivas no son positivas. Luis Suárez está muy bajo físicamente y Joao Félix desperdició una nueva oportunidad de mostrar su talento. Al portugués se le acaban ya los márgenes de confianza. Está a años luz del jugador por el que se pagaron al Benfica 126 millones de euros.
Joao decepcionó profundamente en su primera titularidad de la temporada, pero también se han encendido las primeras señales de alarma sobre Luis Suárez. El uruguayo está muy bajo físicamente y su bagaje en este arranque de curso se resume en el gol que le marcó al Villarreal. Es lo único que ha aportado en ataque un futbolista sobre el que se basa la producción ofensiva de un Atlético que aún no ha completado un solo partido convincente.
En Liga ha logrado tres triunfos por la mínima, uno sobre la bocina, y también ha salvado en el descuento su primera derrota del curso gracias a un gol del Villarreal en propia puerta. Correa -que ha ido de más a menos-, Lemar y Carrasco son por ahora lo único que puede salvarse de una plantilla de la que se esperaba mucho más, aunque por supuesto su margen de mejora es todavía inmenso.
Pero para el club ahora mismo lo más preocupante es su futuro en Champions. Caer eliminados a las primeras de cambio, como sucedió en la temporada 17-18 en aquella recordada fase de grupos en la que no se pudo ganar ninguno de los dos partidos disputados ante el Qarabag, supondría un cataclismo económico de proporciones bíblicas. Y, sí, es cierto que queda mucho margen, pero no parece que la fortaleza del grupo vaya a permitir cometer muchos más errores. Ganar en San Siro al Milan se ha convertido en obligatorio, aunque lo mismo sucede con los italianos, que desperdiciaron un 1-2 en Anfield ante el Liverpool y cierran la clasificación con cero puntos.
Por de pronto el primer compromiso será este domingo en el Metropolitano ante el Athletic, invicto esta temporada y que va a exigir el máximo a los de Simeone. Será la primera titularidad en su estadio para Antoine Griezmann, recibido ayer con una sonora pitada por su afición. «Esperemos que se ponga mejor para que pueda responder a toda la gente que en este momento le critica. Griezmann tiene un desafío por delante en consecuencia de lo que pasó en el pasado”, dijo tras el partido Simeone, consciente de la necesidad que tiene el equipo de recuperar la mejor versión del francés. El domingo tendrá su primera oportunidad de reivindicarse.